Un dibujo de Goya, subastado en Londres por más de un millón de euros. Heraldo de Aragón
Un dibujo de Goya, subastado en Londres por más de un millón de euros
'El ladrón de nidos' alcanzó un valor superior al precio de salida que estimaba la casa de apuestas Sotherby's
Zaragoza.- Un dibujo perteneciente a uno de los ocho álbumes privados del genio aragonés Francisco de Goya y Lucientes se vendió en Londres por la friolera de 1.064.993 euros, un precio ligeramente superior a la cantidad de salida que estimaba la casa de subastas Sotherby's. El dibujo, titulado 'El ladrón de nidos', pertenece a una serie de trabajos que estuvieron en paradero desconocido durante 130 años y, en concreto, se integraba en el llamado "álbum F" de Goya, más conocido como el 'Álbum Sepia' o 'Imágenes de España'. Se trata de uno de los ocho volúmenes privados del pintor, series de dibujos que el célebre artista fue juntando en álbumes a lo largo de su dilatada carrera y cuya pista se perdió en 1877. Según los expertos en la obra del genio de Fuendetodos, estos dibujos, que se realizaron entre 1812 y 1820, fueron numerados por el propio Goya y el último que se conoce es el número 106.
El dibujo, de 200 por 140 milímetros, había sido valorado entre 800.00 y 1.060.000 euros. 'El ladrón de nidos', que se encuentra en la parte final del 'álbum sepia', representa una de las escenas más inquietantes de la serie que Goya dedica a la caza, una actividad que el artista practicó durante sus años de juventud.
El dibujo plantea la idea del 'cazador cazado' al exponer los peligros asociados al robo de nidos de águila. El ladrón de nidos pende por su cintura de una cuerda suspendida de una roca, mientras en la parte superior del dibujo aparece amenazadora en el horizonte, el águila que vuelve a su guarida portando en el pico la liebre que acaba de cazar. La obra refleja la tensión de un inminente conflicto entre el cazador y el cazado, que no parece percibir la amenaza del águila mientras sigue inmerso en su tarea. Uno de los nietos de Francisco de Goya vendió los álbumes al pintor Federico de Madrazo, que decidió deshojarlos para desprenderse de una parte de los mismos e incorporar a su colección los dibujos restantes.
Este último volvió a numerar de su puño y letra de manera que en la lámina del cazador de nidos aparece un 84, correspondiente a la numeración inicial de Goya, y a su derecha se puede apreciar el 38 que escribió Madrazo. Los dibujos de los álbumes privados de Goya se dispersaron y fueron a parar a colecciones tanto públicas como privadas.