Fotografías del siglo XIX revelan unas 'Pinturas negras' muy distintas a las actuales. Heraldo de Aragón
Las obras se 'restauraron' tras arrancarlas de las paredes de la Quinta del Sordo, en una operación que les causó graves daños. El aragonés Carlos Foradada publica un estudio sobre las imágenes de Laurent.
Las 'Pinturas negras' de Goya sufrieron importantes cambios en la restauración que se les hizo tras ser extraídas de las paredes de la Quinta del Sordo. La intervención alteró sustancialmente obras hoy mundialmente famosas, como el 'Duelo a garrotazos' o el 'Perro semihundido'. Así puede constatarse en el estudio que el historiador del arte Carlos Foradada acaba de publicar en el último número de la revista 'Goya', síntesis de su tesis doctoral.
Sus conclusiones desvanecen algunos de los misterios -tópicos, más bien-, que han rodeado tradicionalmente a las 'Pinturas negras'. Por ejemplo, esa cabeza de perro que mira al cielo, en lo que se ha querido ver como una plasmación de la insignificancia del ser humano, no está mirando al vacío, sino a lo que, según el aragonés Carlos Foradada, resulta ser un par de pájaros. Y en el famoso 'Duelo a garrotazos', los personajes no están enterrados hasta las rodillas, sino que Goya les pintó las pantorrillas y los retrató peleándose sobre la hierba.
"Se ha hablado y escrito mucho sobre los misterios de las 'Pinturas negras' -señala Carlos Foradada-. Pero hay cuestiones que son de análisis y otras que son literarias. Y lo que se ve en las fotografías de Laurent es una cuestión de análisis". Y es que su investigación se basa en las imágenes que el fotógrafo francés Jean Laurent tomó en la Quinta del Sordo hacia 1866-1873. Las placas, cuya existencia se ha ido descubriendo paulatinamente (las últimas hace apenas veinte años), eran conocidas por los especialistas, pero el Ministerio de Cultura las escaneó en alta resolución en 2008 y ello, unido al análisis con la más sofisticada tecnología, ha sacado a la luz detalles que hasta ahora habían pasado inadvertidos.
¿Por qué esa alteración tan sustancial? La hipótesis por la que apuesta Foradada apunta a una mala restauración. "La Quinta del Sordo fue adquirida por el barón d'Erlanger en 1873, que decidió arrancar las pinturas para llevarlas a París, exhibirlas allí en la Exposición Universal y venderlas, aunque al final acabó donándolas al Prado -relata el historiador del arte-. La extracción y el traslado fueron encargados a Salvador Martínez Cubells, restaurador del Prado, que, según he podido deducir, utilizó la técnica del 'strappo'. Este procedimiento, muy usado para levantar grandes superficies de pintura, es bastante agresivo". Así que las obras sufrieron graves daños y hubo que restaurarlas. Claro que, restaurar a Goya sin serlo...
"Podemos entender que Cubells no supiera pintar la hierba como Goya lo hizo en el 'Duelo a garrotazos'. El de Fuendetodos, como todos los genios, era muy difícil de imitar en su época -subraya Foradada-. Pero eso no justifica que se inventara un contenido que no existía, porque en ese momento dejó de ser restaurador. Se extralimitó". Según el historiador, el análisis de las fotografías en alta definición deja ver que el personaje de este cuadro situado a la izquierda tiene además una flor en la casaca y el cuello de la camisa desgarrado por los golpes, lo que no se ve actualmente. En el caso del 'Perro semihundido' advierte parte del lomo del animal, una montaña y, siguiendo la mirada del can, dos aves volando.
Aun no siendo una 'pintura negra', Foradada estudia también 'El coloso' que, a su juicio, es de Goya. "Nadie pudo pintar un cuadro así salvo él -concluye-. El criterio de ejecución seguido en la pintura es de Goya, y los pigmentos utilizados también. Se ha dicho que no es suyo porque se ha descubierto el uso de aceite de nuez en la pintura, pero éste es un argumento a favor de su autoría, porque Goya empleaba esta sustancia en todos sus cuadros".