Christie's subasta 'El retrato de Juan López de Robredo', de Goya. El periódico de Aragón
La casa Bonhams de Londres saca mañana a la venta un lienzo recién atribuido a Velázquez.
El retrato de Juan López de Robredo, un importante lienzo de Goya, será subastado hoy en Londres, en la sala Christie's, después de que el Gobierno español haya autorizado su exportación, según informa la casa de subastas, que considera la venta todo un "acontecimiento".
El retrato (de 108,3 x 82,3 cms), en muy buen estado de conservación y hasta ahora en manos de un coleccionista privado, tiene un precio estimado de entre 4 y 6 millones de libras (de 4,6 a 7 millones de euros).
La obra, pintada por Francisco de Goya y Lucientes alrededor de 1800, es un retrato de Juan López de Robredo --el bordador de la corte de Carlos IV-- y no ha estado en el mercado desde hace 20 años, lo que incrementa su interés para los coleccionistas.
"Este retrato tiene todas las características para ser una gran noticia en el mercado del arte: es un lienzo de Goya, está en perfecto estado de conservación y lleva veinte años en las mismas manos", señaló recientemente un portavoz de la sala de subastas.
UN 'VELÁZQUEZ' INÉDITO Pero no es la única pieza se subasta estos días, ya que mañana, también en Londres, la casa Bonhams saca a la venta un cuadro atribuido a Velázquez, con un precio de entre 2,3 y 3,5 millones de euros. La pieza fue hallada por una historiadora entre una remesa de cuadros de un pintor británico del siglo XIX. Lo que hizo pensar a Matthew Shepperson fue que el hombre retratado lucía una golilla blanca, una prenda típica del atuendo cortesano del reinado de Felipe IV. Así, que se puso en contacto con un antiguo profesor, Peter Cherry, especialista en pintura española del siglo XVII. Y así empezó un proceso de reflexión e inspección del óleo que terminó un año después, cuando Cherry atribuyó el cuadro a la mano de Diego Velázquez. En octubre publicó su análisis completo en la revista Ars Magazine.
Lo increíble de la historia es que el retrato, de 47 por 39 centímetros y fechado en la década de 1630, después del primer viaje a Italia del maestro sevillano, no ha salido ni de una colección española real ni aristocrática sino del desván de una familia inglesa de clase media descendiente de Shepperson. Este, coleccionista además de pintor, lo adquirió en el mercado inglés, muy volcado en el arte español después de la guerra de la independencia, por 18 chelines. Su aparición, según Cherry, es "un accidente maravilloso".
El experto tuvo claro desde el primer momento que el lienzo no era obra de Shepperson. No obstante, Cherry se muestra cauteloso, aunque convencido, ya que es consciente de lo que significa la atribución y el riesgo de una equivocación.
¿Y el retratado? Un desconocido. Aunque es posible que se trate de Juan Mateos, maestro de caza de Felipe IV.