Los grabados de Francisco Goya acercan a Roma los horrores de la guerra. Diariovasco.com
Los grabados del pintor Francisco Goya acercaron hasta Roma los horrores de la guerra napoleónica en España a través de una exposición compuesta por 82 estampas en las que el pintor capta el dolor del ser humano y obliga al espectador a reflexionar sobre la violencia y devastación de los conflictos.
La muestra, presentada baja el título "Goya cronista de todas las guerras: Los desastres y la fotografía de la guerra", estará expuesta en la sede del Instituto Cervantes de Roma, situada en la Plaza Navona, hasta el próximo 10 de noviembre.
Los "Desastres de la Guerra" de Goya dialogan y se enfrentan en esta exposición con fotografías realizadas por diferentes reporteros durante la Guerra Civil española, las cuales, al igual que los grabados del pintor, plasmaron el grito desgarrador de los conflictos bélicos y sus terribles consecuencias.
Los grabados de Goya se encuentran distribuidos en siete grandes grupos temáticos, sin seguir la numeración correlativa que tienen las planchas, con el objetivo de hacer más evidente el tratamiento de los temas fundamentales y las ideas que Goya narró de manera aleatoria, explicó a Efe el comisario de la exposición, Enrique Bordes.
Así el espectador pudo presenciar de manera organizada la cruda y tétrica visión de Goya sobre el frente de la Guerra de la Independencia española, sobre sus víctimas, las ejecuciones y las consecuencias del enfrentamiento bélico: los saqueos y éxodos, el hambre, la violencia hacia la mujer y la posguerra.
Según el comisario, después de años de dolor y sufrimiento, y ochenta y dos grabados de por medio, el pintor español extrae una conclusión: la inutilidad de la guerra.
Una idea que adelantó antes del inicio del conflicto bélico con el grabado "Tristes presentimientos de lo que va a acontecer" y que recordó al resto de generaciones futuras a través de su obra.
A pesar de que Goya dejó constancia de los horrores de la guerra en sus grabados, la historia se ha repetido, y el género humano ha tropezado una y otra vez sobre la misma piedra, como demostraron las fotografías rescatadas de la Biblioteca Nacional.
"La serie en su conjunto es muy potente, muy variada y ataca aspectos muy diversos", señaló Bordes.
Los grabados, pertenecientes a la Calcografía Nacional, que custodia y difunde la obra de Goya, viajarán tras su estancia en Roma a la capital de Rumanía, Bucarest, para aterrizar finalmente en la ciudad francesa de Burdeos, donde el pintor español se exilió tras la restauración absolutista de Fernando VII.