Otoño de Goya en la National Gallery. Expasion.com
Más allá de los caprichos, las pinturas negras, las majas y los desastres de la guerra, Francisco de Goya (1746-1828) pasó a la historia del arte por sus retratos.
La National Gallery reunirá este otoño una selección de 70 de estas obras, sobre las 150 que han llegado hasta hoy. El pintor zaragozano será el protagonista de la principal exposición temporal de uno de los museos londinenses más visitados.
"No era un retratista cualquiera; le gustaba entender a la persona, y esto se muestra en La Duquesa de Alba, donde se aprecia la amistad y el respeto entre ambos. Goya la ve como algo más que una musa", explica Xavier Bray, comisario de la exposición.
Bray, jefe de Conservación de la Dulwich Picture Gallery, en Londres, asegura que se han conseguido préstamos que parecían imposibles, como el de la citada Duquesa, de la Hispanic Society de Nueva York. "Como retratista, está a la altura de Delacroix, Reinolds y Manet", sostiene.
El Museo del Prado, con diez obras cedidas, es la institución que más ha colaborado. En España, también han prestado retratos el Museo de Zaragoza, el Pío V de Valencia y el Banco de España. El visitante podrá contemplar creaciones del Louvre, el Metropolitan (con La duquesa de Altamira y su hija, que nunca habían salido de Nueva York) y de colecciones privadas.
Goya: the portaits se podrá visitar del 7 de octubre al 10 de enero de 2016. Sobresalen, además, retratos como El Conde de Floridablanca y El duque y la duquesa de Osuna y sus hijos, además de su amigo Jovellanos. También hay espacio para retratos reales, en los que Goya deja clara su interpretación, igual que ya hizo antes Velázquez como pintor de la Corte. El broche lo pone Mariano Goya, una obra procedente del Meadows Museum de Dallas, de 1824, el último retrato que hizo de su nieto antes de morir.