Helmut C. Jacobs: "Goya es el embajador artístico de Aragón"
Conversamos con el hispanista Helmut C. Jacobs, catedrático de la Universidad de Duisburg-Essen y miembro del Comité Científico de la Fundación Goya en Aragón, sobre sus últimas investigaciones en torno a la obra de Goya.
El doctor Helmut C. Jacobs (Bonn, Alemania, 1957) es catedrático de Literaturas Románicas en la Universidad de Duisburg-Essen y miembro del Comité Científico de la Fundación Goya en Aragón. Además de ser un experto en la teoría literaria y las corrientes estéticas españolas del siglo XVIII, se ha especializado ampliamente en la figura de Goya, campo en el que sobresalen sus investigaciones sobre los Caprichos, así como su análisis sobre la recepción internacional de la obra del pintor de Fuendetodos en las artes plásticas, la literatura y la música. Entre sus publicaciones cabe destacar: El sueño de la razón. El capricho 43 de Goya en el arte visual, la literatura y la música (Iberoamericana, 2011), Goya en la poesía (IFC, 2016) o Los comentarios manuscritos sobre los Caprichos de Goya, (IFC, 2019 y 2020), cuyo tercer volumen está actualmente en prensa.
Asimismo, Jacobs, reconocido acordeonista, ha sumado su labor investigadora a su faceta como músico, recuperando en archivos y bibliotecas numerosas partituras originales de la época de Goya, que ha interpretado y recopilado a lo largo de tres discos —Fandangos (2011), Boleros y fandangos (2015), y Sonatas (2019)—, capaces de trasladarnos en un instante a la iconografía del universo “goyesco”.
¿Cómo y cuándo surgió tu interés por la obra de Goya?
Surgió en la universidad, investigando sobre la ilustración europea y sus ideas estéticas; en este contexto descubrí a Goya y su obra. Después, en 1997, cuando fui nombrado catedrático de la Universidad de Duisburg-Essen, impartí mi conferencia inaugural sobre Goya y su famoso Capricho 43, “El sueño de la razón produce monstruos”. A partir de entonces, analicé la recepción de este capricho en las artes: en la música, la literatura, la pintura…, y de ahí nació mi primer libro sobre Goya.
Y en 2011, de la mano de la poesía, ganaste la III Convocatoria Internacional de Ayudas a la Investigación de la Fundación Goya en Aragón, ¿en qué consistió esta investigación?
El resultado es Goya en la poesía, un libro de poemas ecfrásticos que, en este caso, hacen referencia a la obra de Goya. Es una respuesta artística a casi cien obras de Goya por parte de poetas internacionales, principalmente, del siglo XX hasta hoy, españoles, alemanes, hispanoamericanos, angloparlantes... Es un testimonio de la repercusión internacional de Goya que, además, sirve para mostrar su actualidad en el mundo. Goya es el embajador artístico de Aragón. Hay otros, Buñuel, Gracián…, pero Goya es el maestro.
Volviendo a una de tus grandes especialidades, los Caprichos, ¿fue la relación entre imagen y texto lo que, como filólogo, más te atrajo de ellos?
Sí, es muy interesante estudiar los Caprichos desde una perspectiva filológica, pero diría que mi método de investigación no es solo filológico, es intermedial. La intermedialidad se refiere a la unión de diversos medios, en este caso, de la imagen con el texto, ya que todos los caprichos cuentan con una leyenda. En ellos los dos medios coactúan.
Además, junto a un grupo de investigación en Alemania, hallaste y analizaste en profundidad muchos de los famosos comentarios manuscritos de las diversas colecciones de grabados de los Caprichos, ¿qué son estas anotaciones?
Eran un foco de discusión sobre el significado de los Caprichos, servían para explicarlos. Los Caprichos transportaban ideas ilustradas, criticaban la sociedad de la época, los abusos del tiempo de Goya. Estos contenían mensajes muy peligrosos y, por ello, las anotaciones no se publicaron, se difundieron en secreto. Se copiaron y se modificaron muchas veces, y esto es lo interesante, ya que su diversidad nos explica los Caprichos desde la perspectiva de los coetáneos de Goya. Es el reflejo de una discusión que no se hizo en público, pero sí en las habitaciones de los ilustrados o en las tertulias.
El primero de estos comentarios, muy politizado, supuso que Goya tuviera que preparar otro que garantizara su defensa, ¿no es así?
El primer comentario fue de un coetáneo anónimo que debía de conocer a Goya, quizás una amistad suya, ya que en él utiliza leyendas de los dibujos preparatorios de los Caprichos. Después de este comentario, Goya reunió a un círculo de nueve amigos que escribieron un segundo comentario, esta vez, sin los nombres de los ministros, de la reina, del rey… tratando de evitar así dificultades con la Inquisición.
Como ya has apuntado, tu trabajo parte siempre desde la diversidad: literatura, arte e, incluso, música, ¿consideras que las investigaciones en torno a Goya deberían dirigirse más hacia este camino?
Sí, es mi perspectiva de la intermedialidad. Por ejemplo, la música es para mí un campo de investigación, pero también mi lado de artista, de músico. En Alemania, imparto muchas conferencias sobre Goya, en las que también interpreto la música de su época con el acordeón. Es casi una tentativa de reactualización, sirve para introducir al público a esta época tan interesante. Para ellos es muy atractivo, pues además el interés de Goya en Alemania es muy intenso.
A finales de 2019 fuiste nombrado miembro del Comité Científico de la Fundación Goya en Aragón, ¿qué ha supuesto para ti?
Creo que es muy importante colaborar con otros especialistas en España. No quiero ser un investigador aislado en Alemania. Es fundamental para mí discutir resultados, y presentar nuevas ideas de investigación y de divulgación. He participado en congresos sobre Goya en Zaragoza, gracias a los que he ganado muchos amigos con los que estoy en comunicación permanente sobre nuevos resultados de investigación.
¿Cuáles crees que son las vías de trabajo a seguir?
Se ha de establecer una comunicación internacional sobre Goya. Es muy importante para España no discutir solo allí sobre Goya; ver qué está ocurriendo en el extranjero. Mi motivación es crear una “tertulia” global que abarque a todos y todas los interesados en la obra de Goya.
¿En qué estás trabajando actualmente?
En este momento, estoy trabajando en un libro que quiero titular Estudios sobre Goya, y que incluirá, actualizadas, mis publicaciones en revistas científicas. Y también estoy escribiendo sobre algunos temas especiales, como la recepción de Goya en algunos escritores alemanes, que también me interesa traducir al castellano y publicar en España.
Y también en la edición en español de los Caprichos coloreados.
Sí. Esto lo comenzamos en Zaragoza, y ya se publicó la versión alemana. Ahora estamos trabajando en la traducción al castellano, y la edición de estas cuatro series de Caprichos coloreados durante el siglo XIX será publicada por la Institución “Fernando el Católico” el año que viene.
Como grandísimo experto en el Capricho 43, si te tuvieras que quedar con una sola obra de Goya, ¿sería esta?
No lo podría decir porque estoy interesado en toda su obra. Sí bien es cierto que, me interesan mucho los dibujos, porque en ellos reflejó cosas muy personales que no podía publicar. Es la expresión del interior de Goya, de sus ansias, anhelos y dudas, y también de su crítica a los abusos de los clérigos y de los políticos.