Carlos del Amor: “Goya fue un excelente cirujano de las emociones humanas”
Conversamos con el periodista Carlos del Amor sobre la obra de Goya, al que ha dedicado un capítulo en su último libro, "Emocionarte. La doble vida de los cuadros", recientemente galardonado con el Premio Espasa 2020.
Carlos del Amor Gómez (Murcia, 1974) es una de las voces más importantes del periodismo cultural español. Su labor periodística, siempre ligada a RTVE —donde ejerce como jefe adjunto del Área de Cultura de los Servicios Informativos—, le ha llevado a cubrir los festivales de cine más importantes del mundo y pasear por los principales museos ofreciendo unas crónicas muy reconocibles.
Licenciado en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y diplomado en Documentación por la Universidad de Murcia, Del Amor ha impartido charlas y conferencias en numerosas universidades. Su documental Revelando a Dalí (2014) ha recibido numerosos galardones internacionales y cuenta con tres libros publicados, La vida a veces (Espasa, 2013), El año sin verano (Espasa, 2015) y Confabulación (Espasa, 2017). Este año ha publicado Emocionarte. La doble vida de los cuadros (Espasa, 2020), por el que ha sido galardonado con el Premio Espasa 2020, y que recoge muchas de las curiosidades artísticas que el autor ha recopilado a lo largo de los años cubriendo algunas de las exposiciones más importantes de nuestro país. Como no podía ser menos, el libro, que ya va por su 7.ª edición, cuenta con un capítulo dedicado al genio de Fuendetodos, sobre el que conversaremos largo y tendido en esta entrevista.
Cuentas con una dilatada carrera como periodista cultural, has escrito tres novelas y ahora Emocionarte. La doble vida de los cuadros, a caballo entre la novela y el ensayo. ¿Cómo surgió la idea?
En mi día a día. Visitando museos y hablando con especialistas e, incluso, con los propios artistas, te van contando curiosidades que te parecen interesantes, y te planteas si le interesarían a alguien más. Me animé a ponerlo en negro sobre blanco y comprobé que sí, que existe un gran interés por el mundo del arte. A la gente le apetece conocer y adentrarse en los cuadros, que es lo que yo hago cuando voy a una exposición.
En el libro, imaginas el momento en el que el pintor se encontró frente al lienzo en blanco, cómo sería la vida de los personajes que habitan en un cuadro o qué emociones te sugieren, ¿cuántas miradas podemos encontrar en una obra de arte?
Son inabarcables e infinitas, tantas como gente vea el cuadro. Pero, incluso, dentro de cada persona la misma obra puede despertar diferentes sensaciones, dependiendo de nuestro estado de ánimo. Y luego está la realidad, de ahí el subtítulo La doble vida de los cuadros; está lo que cada uno imagina y, después, la vida real.
También transmites a la perfección ese placer que supone recorrer las salas de un museo. En este mundo tan digital, ¿que sensaciones extra nos proporciona ver la obra en directo?
En general, la experiencia directa no tiene igual. No es lo mismo ver un cuadro en una foto que en un museo, ver sus matices, sus detalles... La visita virtual, que ahora se lleva mucho, es una gran herramienta, pero de ninguna manera sustituye a la experiencia real. Probablemente, pasa algo parecido a cuando escuchas un disco, es estupendo, maravilloso, pero cuando lo escuchas en directo es cuando lo vives de verdad. Yo prefiero el contacto, la cercanía y el cara a cara.
De hecho, fantaseas sobre cómo los cuadros del Museo del Prado cobran vida cada noche, dando pie a conversaciones nocturnas entre Goya y Velázquez, ¿de qué crees que hablarían?
Hablarían de arte, de los cuadros que pintaron, y de la corte y de los tiempos que a cada uno les tocó vivir. Pero, sobre todo, sería una conversación llena de admiración mutua. Velázquez alucinaría mucho con el universo de Goya, con su capacidad de poder ser un pintor de moqueta y, a la vez, un pintor de la calle. Goya, al final, es un fotoperiodista maravilloso, pero que pintaba.
En la introducción también señalas cómo el arte es capaz de crearnos emociones, sin la necesidad de tener que ser unos expertos, ¿qué emociones te transmite la obra de Goya?, ¿al margen de la que has incluido en el libro, hay alguna que te emocione especialmente?
Todo Goya emociona. Fue un excelente cirujano de las emociones humanas. Me interesa mucho el Goya que se adentra en la cara B de la vida. Al ver las Pinturas negras compruebas que su universo es muy particular, y cuando visitas una exposición de sus grabados también observas cómo cada grabado podría ilustrar perfectamente la portada de un periódico hoy en día. El hecho de que Goya fuera capaz de retratar con tanto tino los problemas de la sociedad, y que todavía hoy sea tan actual es lo que más me emociona de él.
¿Cómo has realizado la selección de los artistas y sus obras? Algunos no son especialmente conocidos, ¿había un objetivo didáctico en ello?
No, el criterio ha sido personal. Sobre todo, era importante que yo ya tuviera la obra en la cabeza, que el comisario o el autor me hubiera contado esas historias a priori inverosímiles sobre los cuadros. Después, solo era ir dándole forma, recordando, y documentándome un poco más para ampliar la información. Sí que había una premisa, y es que no fueran los supercuadros más conocidos de cada autor. Las meninas o Los fusilamientos son maravillosos, pero ya se ha hablado mucho de ellos. Quería que fuesen obras menos conocidas, ampliar un poco el universo de cada artista.
De entre toda las obras de Goya has elegido Perro semihundido, ¿por qué?
La elegí porque me maravilla cada vez que voy al Museo del Prado. Es una de mis obras favoritas de Goya. Además, me parecía muy acertada para ilustrar el año que estamos viviendo, o un momento vital que todos hemos tenido, el de la incertidumbre, el desasosiego, el de sentirnos perdidos, el de mirar hacia arriba, buscar aire e intentar respirar. Tiene mucha potencia y, aun siendo famosa, no es de las más conocidas. Después están todos sus avatares, que la pintó en las paredes de la Quinta del Sordo, que una restauración hizo que unos pájaros desaparecieran… Tenía todos los ingredientes novelescos que buscaba.
Señalas que si se hubieran mantenido los pájaros, la obra no cambaría para ti su significado, ¿no crees que quizás resultaría un poco más esperanzadora?
Sí, probablemente sería más esperanzadora, pero al final los pájaros están lejos y el perro no vuela. El efecto es muy parecido. Los pájaros son lo anhelado.
Para ti “ese perro somos todos” y nuestra lucha contracorriente ante las dificultades; como has indicado, sin duda, un sentimiento muy de actualidad. ¿Por qué crees que la obra de Goya no envejece y sigue conmoviéndonos de esa manera?
Porque supo salir a la calle y pisar fuera de palacio. Cuando un artista se aleja de la sociedad en la que vive, deja de ser inmortal. Goya era capaz de estar en todos lados y saber pulsar los fantasmas que habitan la sociedad de su tiempo, que probablemente sean muy parecidos a los nuestros. De ahí su modernidad.
Y técnicamente también fue muy moderno.
Sí, técnicamente, sí, pero la técnica a los genios se les presupone. Para ser moderno siempre o ser inmortal hace falta algo más que la técnica. Ser un excelente cirujano del tiempo que le tocó vivir es lo que le ha hecho permanecer en el tiempo.
¿Qué representa para ti la figura de Goya?
Uno de los mayores genios de la historia del arte nuestro país, de los que ocupa el top 5 o top 10. Es de mis artistas preferidos y el que más busco cuando voy al Museo del Prado, que es donde más a mano lo tengo. Es un genio que para mí entronca —aunque sean muy diferentes— con Picasso, en cuanto a su manera de permanecer en el tiempo y, sobre todo, porque es un personaje de hace siglos y, sin embargo, también un artista del siglo XXI.
Para finalizar, este año que entra es el 275 aniversario del nacimiento de Goya, como periodista cultural que has informado sobre mil propuestas en torno a la obra de Goya, ¿qué crees que falta por hacer?, ¿de que manera se podría acercar más aún al gran público?
Goya se reivindica por sí mismo. Fíjate si Goya es una figura conocida que los premios de nuestro cine llevan su nombre, llevan el nombre de un pintor, eso da una idea de lo instalada que está su figura en nuestro país. Puedes preguntarle a un extraterrestre que aterrice en nuestro país el nombre de cinco pintores españoles y Goya siempre estará presente.