Menipo

El cuadro de Menipo fue pintado por Velázquez para la Torre de la Parada, pabellón de caza, lo mismo que Esopo y que Marte, en torno al año 1640 (Museo Nacional del Prado, Madrid). No hay dudas en cuanto a la identificación del personaje ya que en el ángulo superior izquierdo se puede leer con claridad MOENIPPUS. El filósofo griego, nacido en Gadara en torno al año 270 a. C., pertenecía a la escuela filosófica cínica. Menipo era en origen un esclavo que gracias a sus obras pudo comprar la ciudadanía de Tebas. De él se dice que era avaro y que se suicidó cuando perdió su fortuna, por lo que Velázquez ha decidido representarlo como un personaje harapiento. Éste se dispone de perfil y vuelve su rostro al espectador en una actitud un tanto irónica. Se cubre con una túnica que oculta su cuerpo dejando al descubierto únicamente sus piernas. A los pies Velázquez ha pintado libros, un rollo, una jarra de barro sobre una tabla de madera que se apoya sobre dos rodillos, alusiva a la inestabilidad de la vida.

Goya se ajusta perfectamente al cuadro de Velázquez y copia con precisión cada uno de los elementos que aparecen en el lienzo. La expresión sarcástica del filósofo está muy bien recreada por el aragonés en la estampa e incluso se podría decir que el interés de la misma ha sido subrayada por la claridad de la barba y del sombrero que enmarcan el rostro. Asimismo construye un interesante juego de luces y sombras en los ropajes dejando una amplia superficie clara en el centro de las vestiduras. Tal y como hace Velázquez, Goya también ha escrito el nombre MOENIPPVS en el ángulo superior izquierdo, aunque en este caso la N está invertida, quizá un descuido de Goya.

Este grabado de la serie de copias de obras velazqueñas realizada por Goya parece adecuarse mejor, tanto a la técnica del grabado así como al propio gusto del pintor aragonés, que demuestra sentirse más cómodo acometiendo este trabajo que realizando las copias de los retratos ecuestres.