- Cronología
- Ca. 1776
- Ubicación
- Museo Nacional de Ciencias Naturales, España
- Dimensiones
- 105 x 209 cm
- Técnica y soporte
- Óleo sobre lienzo
- Reconocimiento de la autoría de Goya
- Obra atribuida
- Titular
- Patrimonio Nacional
- Ficha: realización/revisión
- 26 ago 2022 / 15 jun 2023
- Inventario
- MNCN.BA.0046
Creado para el Real Gabinete de Historia Natural, posteriormente Museo Nacional de Ciencias Naturales donde se encuentra a día de hoy.
En julio de 1776 una hembra de oso hormiguero gigante, procedente de Buenos Aires, fue presentada a Carlos III en el Palacio Real de Madrid. El rey de España y de las Indias ordenó el traslado del animal al Buen Retiro. Al mismo tiempo encargó su retrato que fue pintado bajo la dirección de Antonio Rafael Mengs, primer pintor de cámara. Se atribuye a Goya, aprendiz y trabajador en el taller de Mengs, por las similitudes estilísticas existentes con los paisajes de sus cartones para tapices. Esta obra sería la primera de Goya en estar expuesta en un museo de Madrid.
La osa hormiguera aparece de perfil a tamaño natural en el campo, mostrando su lado izquierdo en un correcto estudio anatómico propio de las imágenes y estampas de zoología de la época. Como se puede apreciar en las patas delanteras de la osa pues éstas no son plantígradas, sino que apoyan en los nudillos. No es la única representación del animal dentro de este cuadro, ya que bajo el monolito piramidal que se ve a la derecha de la escena hay otra osa hormiguera dormida hecha un ovillo. Esta representación en dos posturas atiende al carácter descriptivo que era propio de algunas estampas sobre estudios naturalistas, como la Histoire Naturelle del conde de Buffon.
Algunos de los elementos más característicos de Goya los apreciamos en el colorido, en la iluminación y en la interpretación del paisaje y sus pormenores. Esa forma de hacer, más concluida que en los cartones, se distingue en el cielo blanco que torna azul y el modo en que está pintado, en la sucesión de lomas en la línea del horizonte, en la alternancia de tonos verdes, ocres y azules grisáceos, en la masa arbórea que aparece en la hondonada y en cómo la luz incide en los troncos, ramas y hojas. El tratamiento facetado de las rocas es también muy típico del pincel de Goya; y, por último, la pequeña pero llamativa arquitectura cuadrangular
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"Un Goya exótico: La Osa Hormiguera de su Majestad"Goya2011pp. 242-252