- Cronología
- 1798
- Ubicación
- Norton Simon Foundation, Pasadena, Estados Unidos
- Dimensiones
- 193 x 115 cm
- Técnica y soporte
- Óleo sobre lienzo
- Reconocimiento de la autoría de Goya
- Obra documentada
- Titular
- Norton Simon Foundation
- Ficha: realización/revisión
- 25 ene 2010 / 13 jun 2023
- Inventario
- (F.1970.08.P)
Desconocemos las circunstancias que rodearon el encargo de esta serie de cuatro pinturas representando los Padres de la Iglesia, que hoy se encuentran dispersas en diferentes lugares (véase San Ambrosio).
La pintura de a San Jerónimo perteneció a la colección de Luis Vilches de Madrid, quien la vendió al norteamericano Stanley Moss. De su mano ingresó en la institución que hoy lo guarda.
San Jerónimo está representado como penitente, en el momento en que se retiró durante cuatro años al desierto para estudiar y orar y así alejarse de las tentaciones. Este santo sí aparece con sus atributos: la calavera y el crucifijo propios del penitente; los libros con la escribanía, referidos a su gran obra, la Vulgata; y los cordones, que con calculada ambigüedad aluden a un cilicio mortificador y a la dignidad cardenalicia del santo.
Algunos estudiosos encuentran semejanzas con la escultura de San Jerónimo realizada por Pedro Torrigiano, que en época de Goya se conservaba en el monasterio jerónimo de Buenavista (hoy en el Museo de Bellas Artes de Sevilla). Ceán Bermúdez asegura que Goya contempló esta obra durante largo rato y que la consideraba la mejor pieza de escultura moderna.
A pesar de las evidentes referencias sevillanas para este conjunto de pinturas, Camón Aznar cree que esta pieza no pertenecería a la misma serie que las otras tres, de la que se habría perdido el correspondiente San Jerónimo, y la data en 1807. No justifica su opinión pero parece haberse basado en la diferencia de tonalidades de la obra con respecto a las demás, mucho más cálidas las otras. El San Jerónimo resulta más frío por la gama grisácea de la roca donde se apoya. Además estima que Goya habría elegido representar al santo como cardenal, sobre un fondo oscuro y neutro igual que sus supuestos compañeros. Quizás la terracota de Torrigiano le influyó tanto que decidió cambiar el estilo en este santo padre, recurriendo a un lenguaje más innovador.
Más información sobre la serie de cuatro pinturas en San Ambrosio.
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Vie et oeuvre de Francisco de GoyaParísOffice du livre1970pp. 165, 191, cat. 716
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Goya 1746-1828, Biografía, estudio analítico y catálogo de sus pinturasBarcelonaPolígrafa1970vol. I, p. 264, cat. 181
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L’opera pittorica completa di GoyaMilánRizzoli1974p. 110, cat. 326
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Francisco de Goya, 4 vols.ZaragozaCaja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja1980-1982vol. III, p. 31
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Goya. En el Norton Simon MuseumPasadenaNorton Simon Museum2016p. 84