Los expertos piden que se actúe "de urgencia" en las pinturas de los Bayeu en el Pilar. Heraldo de Aragón
La restauración de las pinturas de los Bayeu en las cúpulas del Pilar "es urgente" y "no admite demora", según señalan los expertos consultados por Heraldo. Si hace tan solo unos días este periódico se hacía eco de la preocupación que existe entre los especialistas por el estado de conservación en el que se encuentran muchas pinturas de la basílica, nuevos documentos gráficos, que se reproducen junto a estas líneas, evidencian la preocupante situación en la que se encuentran.
"La cuestión no es que se pueda tardar uno o más años en intervenir -apunta el restaurador Carlos Barboza-, es que se tendría que estar trabajando ya. Los residuos que se han depositado sobre las pinturas hacen que éstas se estén descarbonatando. Y, si no se actúa pronto, cuando quieran intervenir, solo con pasar un paño ya se borrarán las pinturas".
Dentro de lo que los especialistas denominan 'el circuito de la Santa Capilla' (las cúpulas pintadas que rodean a la Virgen), las que están más deterioradas son las que están más cerca del río, la cúpula 'Regina Virginum', de Ramón Bayeu, y el plato 'Regina Apostolorum', de su hermano Francisco. Junto a ellas se encuentra la 'Regina Martyrum', de Goya, pero ésta ha sido recientemente restaurada.
UN ANÁLISIS DETALLADO
"No es que haya que empezar a restaurar dentro de dos meses o tres -señala el historiador del arte Arturo Ansón-, pero tampoco hay que esperar mucho porque, en arte, lo que se ha perdido ya no se recupera. Lo que se echa en falta en el Pilar es que se realice un diagnóstico de la situación, que se elabore un informe preciso de cómo se encuentran todas y cada una de las pinturas, y que posteriormente se redacte un plan director, que establezca en qué orden y cómo se ha de intervenir".
"Nada mejora si no se cuida -añade Carlos Barboza-, y en el caso de estas obras llevamos ya dos décadas preocupados por su estado y pidiendo una recuperación que no acaba de llegar. En la última restauración de la 'Regina Martyrum' tenían que haber aprovechado esos andamios tan fantásticos que tenían, incluso con ascensor, y haberlos desplazado a la siguiente cúpula para continuar la tarea allí. La cuestión es empezar por una y seguir, sin interrupción, con todas. Si se crea un equipo potente, en un año o año y medio de trabajo, como mucho, se puede restaurar la pintura de cada cúpulas".
Porque, según señala el restaurador, que junto a Teresa Grasa ha trabajado en las pinturas de Goya en Aula Dei y el Pilar, "los daños se notan a simple vista desde el suelo de la basílica. Y eso es lo preocupante, porque lo que se ve muy pequeño abajo, cuando subes arriba resulta que se trata de una superficie muchísimo más grande".
Para Arturo Ansón, "hay que establecer con claridad las prioridades y estudiar las pinturas murales como un conjunto". "Si uno se coloca al lado de la reja del coro y mira hacia arriba, lo que ve es desalentador -añade-. Restaurar las pinturas es muchísimo más urgente que lavarle la cara a las torres, a no ser que éstas tengan problemas de desprendimientos, que no lo parece. Hay que analizar la situación en general, porque algunas obras en las que casi nadie repara están muy, muy dañadas. Una de ellas es, por ejemplo, la cúpula de la capilla de San Antonio, pintada por Luzán, que tiene unas pérdidas tremendas pero que, como está muy poco iluminada, casi nadie las observa. Y luego se puede citar la obra de Stolz, con tres o cuatro zonas en las que la pintura se ha perdido. Por éstas habría que empezar, para acometer luego el resto, pero tras un estudio concienzudo de la situación".
A su juicio, "la basílica es fundamental para estudiar el arte mural del siglo XVIII en España, y es una pena que las pinturas estén así".