El último retrato de Goya a su nieto no encuentra comprador. El Mundo.es
Sotheby's subastó este miércoles una pieza único de Mariano Goya; la casa esperaba alcanzar un precio de mercado de entre 4 y 6 millones de euros
Francisco de Goya lo sabía: era el último retrato que hacía de su nieto y heredero, al que se sentía muy unido a pesar de que el artista vivía en el exilio de Burdeos, y Mariano en Madrid. En su último viaje a la capital de España, de julio a septiembre de 1827, el pintor retrató de nuevo a Mariano, entonces de 21 años de edad. Era la última imagen que recreaba del joven, ya hecho un hombre. El abuelo tenía 81 años, enfermo y con problemas de vista, casi ciego.
Ese retrato de despedida salió ayer a la venta en Sotheby's de Nueva York, pero no encontró comprador. Los tasadores calcularon que conseguirían entre 4 y 6 millones de euros. Ahora la casa de subastas le buscará un comprador privado. Una oportunidad para el Museo del Prado de Madrid, que reúne la mayor colección de "goyas" del mundo, si la caja de la economía española estuviese en mejor estado.
Los otros dos retratos que existen de Mariano, de niño, están en la colección Larios y en la Colección Albuquerque de Madrid. El cuadro que no logró venderse ayer pertenece, desde 1954, al desaparecido magnate griego George Embiricos (1920-2011) y no ha sido expuesto en público en los últimos 60 años. El pintor de Fuendetodos dejó constancia del testamento artístico en el reverso de la obra escribiendo: "Goya a su nieto en 1827 a los 81 de edad".
Al cabo de siete meses murió en Francia. No está claro si éste es el último retrato o uno de los últimos que pintó. Sí que es el último que hizo de su nieto. Tampoco es la única obra en la que deja algún mensaje escrito, como cuando apuntó "Yo lo vi" en 'Los desastres de la guerra'.
El rostro casi bucólico de Mariano no es frecuente en las producciones de la última etapa de la vida de Francisco José de Goya y Lucientes. Atravesaba la conocida fase de las pinturas negras, de las sombras, la oscuridad y hasta de los monstruos que le rodeaban. En cambio, con 'Retrato de Mariano Goya', el pintor retornó al retrato poético y delicado, a proyectar una imagen psicológica de un miembro de su familia. Lo hizo durante su última estancia en España, antes de su regreso al exilio francés por sus ideas liberales y, de paso, convivir con una segunda mujer (ya viudo).
El que había sido pintor de la Corte, creador polifacético, litógrafo y hombre avanzado para su tiempo, acabó como un abuelo triste. Simon Shaw, de Sotheby's, asegura respecto a la subasta de parte de la colección de Georges Embiricos: "Es un privilegio ofrecer al mercado las obras de una de las mejores colecciones formadas tras la Segunda Guerra Mundial; la selección de cuadros refleja el ojo ecléctico e infalible de Embiricos, un hombre habilidoso en detectar y seleccionar los mejores trabajos de distintos períodos, estilos, géneros y artistas; a partir de ahora espero que estas obras de arte puedan ser compartidas por coleccionistas en exposiciones por todo el mundo".
El cuadro de Goya encabezaba el grupo de obras de maestros antiguos de esta colección, que se ha ido desintegrando desde la muerte de su fundador en 2011. El armador se graduó en la Universidad de Cambridge (Inglaterra) antes de incorporarse a las compañías familiares de transporte de petróleo y otras navieras. Tras la Segunda Guerra Mundial se trasladó a Nueva York, sin embargo, guardaba sus mejores tesoros artísticos en su residencia de Lausanne (Suiza). Sus herederos han demostrado ser tan astutos vendiendo la colección como lo fue él agrupándola.
Tras la muerte del magnate, vendieron el lienzo 'Los jugadores de cartas', pintado por Paul Cézanne, por 180 millones de euros a la familia real de Catar en una venta privada a través de Sotheby's. El óleo se convirtió entonces en la pieza más cara del mundo, con una diferencia sustancial frente a la segunda, 'Number 5', de Jackson Pollock, adjudicada en 2006 por 102 millones de euros. La venta del lienzo de Cézanne se convirtió en un secreto a voces hasta que el gobierno de Catar la dio a conocer como fondo de la colección para uno de los museos que se está construyendo en aquel país.