"Cuanto más veo las Pinturas Negras, más me maravillo" Heraldo.es
Alberto García Blecua expone su particular diálogo con Goya en el Museo Goya Colección Ibercaja.
"En Goya, como en Picasso, hay muchas épocas, muchos artistas. Lo que más me interesa a mí son las Pinturas Negras, que ahora sabemos que se pintaron en dos fases, una primera más dulce y amable, y una segunda más dura y desgarrada. Cuanto más veo las Pinturas Negras, más me maravillo".
Así presentaba este miércoles Alberto Carrera Blecua la exposición ‘El tiempo también pinta' una muestra en la que dialoga con la obra del pintor de Fuendetodos en el Museo Goya Colección Ibercaja. La exposición, integrada por 57 piezas realizadas por el artista oscense en los últimos dos años, se inaugura este jueves y podrá visitarse hasta el 24 de enero.
‘El tiempo también pinta' inicia una nueva línea de trabajo en el museo zaragozano. La idea es relacionar la creación de un artista contemporáneo aragonés con la de Francisco de Goya, siempre a través de trabajos inéditos y partiendo de una previa reflexión e interiorización de la obra del genio aragonés.
Se trata de pinturas recientes realizadas en los años 2014 y 2015, entre las que también se encuentran 8 retratos de Goya reinterpretados por Carrera Blecua y alguna pieza de otras series como 'Todos los castillos son iguales' y 'Nidos de mar'.
Los cuadros de Carrera son de técnica mixta y se ofrecen en diferentes formatos. En la obra pequeña, realizada en papel y cartón, hay monotipos de estampación con tórculo, que también han sido finalizados con otros recursos pictóricos.
Las obras más evocadas son 'Duelo a garrotazos', 'Perro semihundido', 'Asmodea' o la 'Romeria de San Isidro', que interpreta para hacerlas suyas y llevarlas a su lenguaje personal. Para ello, potencia sus claves expresionistas a través diferentes versiones del mismo modelo. Prefiere las figuras individuales o en pareja.
Alberto Carrera Blecua (Huesca, 1952) es un artista pictórico que evoluciona desde el objeto y la figura de matiz hiperrealista hasta la esencialidad del gesto, a la que incorpora sugerencias espaciales, formas geométricas, números y textos escritos, logrando composiciones de belleza evocadora.