Isidro Aguilera: "Cuando Goya aborrece de la academia es cuando florecen sus obras más originales"

Isidro Aguilera Aragón es el director del Museo de Zaragoza desde 2016.  Es Doctor en Ciencias de la Antigüedad por la Universidad de Zaragoza. Forma parte del Cuerpo Facultativo Superior de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón desde 1997, cuando comenzó su andadura en el Museo de Huesca. También ocupó el puesto de director del Centro de Documentación e Información Territorial de Aragón, dependiente del Departamento de Presidencia y Relaciones Institucionales del Gobierno de Aragón. En la actualidad está al frente del museo que más obras de Francisco de Goya posee en Aragón.

La colección de obras de Francisco de Goya del Museo de Zaragoza constituye uno de los fondos más representativos del artista en Aragón ¿qué etapas del pintor son las que predominan en esta institución?

Hay una muestra equilibrada de su trayectoria, si bien la fase madura es la más representativa.

Recientemente se ha realizado una reordenación de las obras de bellas artes del museo donde se dedica un espacio a la Ilustración ¿qué podemos encontrar en esta sala?

Para empezar, encontramos dos Goyas: Cabeza de ángel y Esopo. El cambio de la tradición barroca del aprendiz con el maestro a la Academia controlada por el poder se refleja en una serie de materiales que se emplearon para el aprendizaje, fundamentalmente del dibujo que es la madre de todas las artes. En esta sala encontramos este tipo de materiales: vaciados de yeso del siglo XVIII; estampas, que eran copiadas por los alumnos en las academias; monedas que están representando a los reyes que fundaron las academias y que a su vez son copias de modelos clásicos; pintura hecha por académicos y también personajes representativos de la Academia de San Luis como el retrato de Ramón de Pignatelli de Narciso Lalana, copia del original de Goya de 1791.

La nueva sala conecta el espacio donde se muestra el Barroco con las salas dedicadas a Goya y su ambiente artístico. Más allá de la cronología, ¿en qué afecta este período a la obra de Francisco de Goya?

Mucho y profundamente, porque Goya empezó siendo un pintor ‘tardo-barroco’, rococó, pero aún llegó a recoger influencias del academicismo, supone el paso del Goya barroco al Goya neoclásico, al Goya más moderno. Al final Goya aborrece de la academia, y es cuando florecen sus obras más originales, que son el preludio del mundo moderno y de las vanguardias.

El nuevo espacio reúne más de sesenta piezas entre esculturas, pinturas, estampas, dibujos, monedas y libros ¿qué aportan las obras de Goya en este discurso?

Las dos obras de Goya que están en este espacio aportan un ejemplo de cómo Goya se ve imbuido por ese academicismo neoclásico a través de la Cabeza de ángel del Coreto del Pilar, que es un fiel reflejo de una estética clasicista; y por otro lado la estampa de Esopo, copia de un cuadro de Velázquez, que nos está reflejando otro fenómeno de la Ilustración, es la reproducción de obras de grandes maestros para ser reproducidas por alumnos. Goya copia a Velázquez, en parte por tener ese tipo de obras muy vendibles y también porque sirven como modelo para copiar en las academias. 

Si tuvieras que recomendar una obra de esta nueva sala por su singularidad o características ¿cuál sería?

Hombre con sombrero, atribuida a Francisco Bayeu. Es un ejercicio de autor donde juega con los claro oscuros y con los colores de una forma muy forzada para intentar sacar mejor partido a situaciones de luces muy complejas. Es un ejercicio que se autoimpone Bayeu para mejorar. Además, el resultado es una obra bellísima y de gran modernidad.

Como director del Museo de Zaragoza eres miembro del patronato de la Fundación Goya en Aragón ¿Qué aspectos sobre la obra o la figura de Goya crees que se deberían potenciar desde la FGA?

Fundamentalmente la depuración científica de los fondos del Goya joven, en segundo lugar, la adquisición a alguna pieza de Goya menor, y por último potenciar la figura del Goya más desconocido no solo dentro de Aragón sino también fuera de Aragón.

La Fundación Goya en Aragón lleva tiempo trabajando en la difusión del genio aragonés y está muy comprometida con la educación y la inclusión. ¿Cómo planteáis en el museo la difusión de las obras de Goya para que lleguen a todas las personas?

A través de visitas guiadas, que es lo más útil para llegar al público, también con las nuevas tecnologías (aplicaciones y web). Para un futuro se plantean un conjunto de micro exposiciones dedicadas al ambiente de Goya en Zaragoza, en Madrid o a la guerra de la Independencia, por ejemplo.

Muchos artistas reinterpretan las obras de Francisco de Goya ¿de qué manera consideras que ha influido la obra de Goya en el mundo actual?

Goya ha influido de una manera decisiva. Desde que es descubierto a mediados del siglo XIX ha influido en los pintores impresionistas por la técnica de pintura, en los románticos por la temática y en los expresionistas y surrealistas por la temática de sus últimas pinturas y las estampas.

Y, para terminar, si pudieras incorporar un nuevo Goya al Museo de Zaragoza ¿cuál elegirías?

El retrato de Martín Zapater y Clavería que está en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. ¡Lo quiero! (risas).