¿Cuántas varas? (C.125)

Véase Por no trabajar (C.1).

Último de los dibujos que realiza Goya como crítica satírica de la vida monacal dentro del Cuaderno C. En él vemos a un monje de espaldas vestido con un ampuloso hábito blanco realizado con mucha tela y cuajado de pliegues que llaman poderosamente la atención. El personaje se yergue sobre un fondo oscuro, muy sombrío, realizado con una aguada muy densa.

El exceso en la vestimenta representa aquí un símbolo de la exagerada opulencia típica de muchas órdenes religiosas, incluso en una etapa de crisis y pobreza generalizada como los primeros diez años del reinado de Fernando VII, algo que era objeto de crítica por parte de los liberales.

López-Rey hace referencia a las varas mencionadas en la leyenda que acompaña al dibujo como las picas de los picadores de los toros, sorprendente interpretación, que modifica el sentido de la obra, de la que Gassier discrepa por completo muy acertadamente, pues en este caso la palabra vara hace alusión sin duda a la unidad de medida de longitud que se utilizaba en la época para cortar y comprar telas.

Este dibujo pertenece a la subserie de trece dibujos sobre la vida monacal (C.119-C.131) que cierra el Cuaderno C, concretamente al subgrupo de siete obras centrado en la crítica satírica de la misma.