- Cronología
- 1798
- Ubicación
- Ermita de San Antonio de la Florida, Madrid, España
- Dimensiones
- 550 cm de diámetro
- Técnica y soporte
- Pintura al fresco
- Reconocimiento de la autoría de Goya
- Obra documentada
- Titular
- Patrimonio Nacional
- Ficha: realización/revisión
- 17 oct 2010 / 13 jun 2023
Véase Milagro de San Antonio de Padua.
El retablo mayor de la ermita de San Antonio de la Florida tiene en su ático un grupo escultórico, obra de José Ginés, formado por el Triángulo Trinitario, con rayos, flanqueado por dos serafines. Encima de dicho grupo se sitúa la bóveda de cuarto de esfera que cierra el ábside, en la que Goya pintó un conjunto de ángeles que, junto con los escultóricos, se habían considerado tradicionalmente como un coro alabando al símbolo Trinitario. Sin embargo, investigaciones más recientes (Carrete, Borrás), han identificado a la figura alada central, de túnica blanca, como el alma de San Antonio ascendiendo a la Gloria, mientras que el resto de figuras aladas no serían simples ángeles sino un grupo particular de seres celestiales, el llamado Quinto Coro Angélico, que son las Virtudes, las cuales acompañan al santo en su ascenso a la gloria. A diferencia de las representaciones de alegorías de virtudes concretas, que eran habituales en la época y estaban dotadas de atributos iconográficos que las identificaban, los seres que acompañan a San Antonio personifican virtudes en abstracto, que además de identificarse con ese Quinto Coro de las jerarquías celestes, son manifestación de las virtudes que Dios otorgó a San Antonio y le dotaron de los poderes taumatúrgicos que se demuestran en la escena del milagro que acontece en la cúpula. Esta interpretación concuerda además con el protagonismo que cobran los distintos coros angélicos en las novenas de la época que estaban dedicadas a San Antonio de Padua.
La apariencia femenina de los seres alados responde, en consecuencia, a una interpretación iconográfica rigurosamente ortodoxa y no, como tradicionalmente se había supuesto, al capricho de Goya por pintar pintorescas "ángelas".
La luz de la pintura viene condicionada por la escultura ya que se hace ver como si surgiera de ese Triángulo Divino, cuyos haces luminosos se expanden hacia el fresco. Asimismo, el color de la base del ábside es más amarillo por el impacto de la luz dorada que brota del grupo escultórico.
Desde 1910 hay constancia documental del mal estado de los frescos, lo que ha conducido a sucesivas restauraciones:
En 1940 por Manuel Grau.
En 1955 por Stölz Viciano, en una zona de la cúpula.
Entre 1990 y 2005 por el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales del Ministerio de Cultura.
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Goya. Composiciones y figuras, Tomo IIMadridBlass1917pp.74-84
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L'oeuvre peint de Goya. 4 volsParís1928-1950p. 133, cat. 89
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Vida y obras de GoyaMadridEditorial Peninsular1951pp. 192, cat. 722
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Goya 1746-1828, Biografía, estudio analítico y catálogo de sus pinturasBarcelonaPolígrafa1970vol. I, p. 302, cat. 396