Campesina con un cuévano

La representación de tipos populares y temas pintorescos españoles durante el siglo XIX siempre incluía en su galería el gran cuévano de las pasiegas, las campesinas del cántabro valle del Pas, que transportaban a sus espaldas un gran cesto con productos de la tierra o sus propios hijos. Y quizá fue eso lo que llevó a Boix, en 1922, a titular este dibujo como La pasiega. Lo cierto es que la joven campesina representada por Goya, en posición de tres cuartos y mirando al espectador, porta a sus espaldas un cuévano o cesto de mimbre que hace que se incline ligeramente hacia delante. Parece calzar los típicos escarpines con chátaras del valle del Pas. Sobre la cabeza lleva un pañuelo.

Gassier considera que aquí la técnica de la aguada no está manejada con mucha destreza, por lo que, en su análisis de 1975, apunta a una intervención de Rosario Weiss en la terminación del dibujo, lo que retrasaría su ejecución a 1820-1824. No obstante, hay que tener en cuenta que su juicio está mediatizado por la mala calidad de la foto disponible, pues no pudo estudiar la obra directamente, que ya en 1975 estaba desaparecida.