Mendigo con un bastón en su mano derecha (F.69)

Véase Muerta de hambre (F.1).

Anciano de pelo largo y profusa barba al que se le muestra mendigando. Con la mano derecha se apoya en un bastón mientras extiende la izquierda sujetando un sombrero a la espera de que la gente se le acerque para echarle alguna moneda. Va vestido con ropas harapientas y calza sandalias.

No era la primera vez que Goya representaba mendigos, pues ya lo había hecho por ejemplo en el Cuaderno C, que se abre precisamente con un dibujo muy similar al que nos ocupa: Por no trabajar (C.1). De hecho, eran personajes a los que sin duda veía a diario en la calle, pues en la España de la época el problema de la mendicidad era muy acuciante, más que en otros lugares de Europa. En consecuencia, como testigo de su tiempo, Goya quiso plasmar en sus dibujos la realidad de los mendigos bajo distintos prismas, desde la denuncia de la falsedad de algunos de ellos, hasta la degradación física y moral en la que se encontraban otros. En este caso, según Manuela B. Mena, al aragonés le interesó más mostrar la peculiaridad de un ser humano concreto que el tema general de la pobreza.

A nivel técnico, se advierten arrepentimientos a la altura de la cadera izquierda de la figura. Tanto en este dibujo como en el siguiente del Cuaderno F, de temática similar y titulado Mendigo con un bastón en su mano izquierda (F.70), Goya alcanza una maestría notable en el trazo y en el claroscuro.