Datos Generales
- Cronología
- Ca. 1824 - 1828
- Ubicación
- The State Hermitage Museum, St Petersburg, Russia
- Dimensiones
- 191 x 154 mm
- Técnica y soporte
- Watercolor on ivory
- Reconocimiento de la autoría de Goya
- Documented work
- Titular
- The State Hermitage Museum
- Ficha: realización/revisión
- 07 Sep 2021 / 23 Sep 2022
- Inventario
- 131-17994
Inscripciones
59 (a lápiz negro, ángulo superior derecho)
O. G. inscritas en una Niké alada (sello identificativo de la Colección de Otto Gerstemberg, Lugt 2785, ángulo superior derecho)
Historia
Véase El cántaro roto (H.1).
Línea de procedencia: Madrazo, Montañés, Beruete, Gerstemberg, Hermitage.
Análisis artístico
Véase El cántaro roto (H.1).
Una mujer joven vuela por los aires, en una escena que recuerda directamente a otros dos dibujos del mismo Cuaderno H, en concreto a Bruja joven volando sobre una cuerda (H.19) y a Bruja de viaje (H.27). Para Gassier, sin embargo, la protagonista no sería una bruja, ni estaría vinculada con los seres voladores y demoníacos de los Caprichos, algo en lo que coincide Ilatovskaya. Para ambos se trata más bien de una escena onírica, de un sueño en el que se sumerge una hermosa joven que flota abrazada a una especie de nube o almohadón, en un remolino de telas. Gassier plantea el parecido de la joven con los ángeles, identificados como Virtudes, pintados por Goya en la Ermita de San Antonio de la Florida en Madrid (Adoración de la Trinidad). Goya crea en estas pinturas murales unas bellas alegorías femeninas con alas, no exentas de sensualidad, que van vestidas a la moda de la época, con muselinas y gasas evanescentes, exactamente igual que la protagonista de este dibujo tardío.
La espalda de la figura femenina aparece desnuda y, en su mirada, perdida fuera de campo, adivinamos lo lejano de su pensamiento. Su pelo, de aspecto ensortijado y moreno, se agita con el desplazamiento del vuelo, de la misma manera que el cabello de los personajes de Andar sentado a pie y a caballo (G.10), Locos patines (G.32) y Dédalo viendo caer a su hijo Ícaro (H.52).
El vuelo como metáfora de la libertad y la imaginación, pero también de la imposibilidad de las aspiraciones humanas, es un tema recurrente en Goya, especialmente en su obra gráfica y, también en su etapa bordelesa, donde retrata en los aires a animales, seres fantásticos o incluso tipos más verosímiles, como esta joven. La composición del dibujo tiene un sentido del espacio muy fresco, pues la figura, voluminosa y carnal, se ubica en la parte superior de la hoja. Deja un amplio vacío en torno a la mujer, reforzando el sentido etéreo de la escena.
Exposiciones
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St Petersburg1996cat. 29
Bibliografía
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Vie et ouvre de Francisco de GoyaParísOffice du livre1970p. 369, cat. 1817 [H.59]
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Dibujos de Goya: Los álbumesBarcelonaNoguer1973pp. 627 (il.) y 647, cat. H.59 [471]
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St PetersburgThe State Hermitage Museum1996pp. 87-89, cat. 29